Al pasear por Londres o por cualquier ciudad de Inglaterra, no es extraño encontrarnos con edificios en los que algunas de sus ventanas han sido tapiadas, y es algo que nos llama la atención pero que muchas veces no nos paramos a pensar y hace poco descubrimos el motivo.
Pues lo cierto es que no es que un día decidiesen que no les gustaba ver el sol, sino que hay una razón por la que un día se tapiaron varias de las ventanas de numerosos edificios por todo el país. La razón era el Window Tax, un impuesto que se aplicaba por el número de ventanas que tenía una casa.
Window Tax: Cuánto más rico, más ventanas
Todo empezó cuando El Rey Guillermo III decidió que tener ventanas en una casa era símbolo de riqueza, justificando que cuánto más dinero tenías, más grande era tu casa, por lo que mayor número de ventanas tendrías, y decidió introducir el Window Tax, por el que tenías que pagar un impuesto por cada ventana.
Éste impuesto no sólo se introdujo en Inglaterra, también existía en Escocia y Francia en los siglos XVIII y XIX. En Inglaterra estuvo en vigor hasta 1851 y para ahorrarse algo de dinero muchos prefirieron tapiar las ventanas de sus casas. Así, ésto no es sólo algo que nos encontramos en Londres, sino que es algo con lo que nos podemos cruzar en otras ciudades importantes, como son Bath, Edimburgo, o incluso Oxford, y éstas ventanas que siguen tapiadas no han vuelto a dejar pasar la luz del día.
El Window Tax detallado
Cuando se introdujo éste impuesto en Inglaterra, el impueso consistía de 2 partes: Un fijo de 2 chelines (el equivalente a unos £12 de hoy en día), más un impuesto variable según el número de ventanas que existían en la casa. Así, si tu casa tenía más de 10 ventanas tenías que pagar 4 chelines más y si tenía más de 20 ventanas 8 chelines más.
En 1747 el impuesto de las ventanas cambió un poco, y en vez de pagar el fijo de 2 chelines más el impuesto variable, simplemente había que pagar un impuesto por cada ventana, por lo que la suma de todas las ventanas podía resultar en un gasto mensual que se consideraba un extra innecesario, y para reducir costes muchas familias decidieron tapiar las ventanas.